4 de marzo de 2015

Suspensión


No me acostumbro a la hostilidad que me abraza.
La muerte me rodea y yo me escucho, me veo allí, en el fin, en la nada.

-Marta, me digo, sigue huyendo, no aprendas a mentirte, ni a resignarte, ni a olvidar.



3 comentarios:

  1. Cuando sólo vives pero eres un cuerpo vencido por el dolor dices: ¡quiero vivir, no sobrevivir!, el dolor del alma necesita duelo y se aprende a sobrellevar la ausencia... el dolor del cuerpo te deja como una muñeca rota e incluso te gustaría cerrar los ojos y no despertar... En fin amiga, soy de las que creo que la vida no me dará más de lo que pueda soportar.
    ¡Adelante, para atrás ni para tomar impulso!!!!

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